Cuaderno de apuntes

Saber decir NO (II)

Hay tres tipos de negativas:

La negativa parcial, que se da en los casos en que no se puede satisfacer totalmente las peticiones del interlocutor.

La crítica constructiva. Cuando se desea poner fin a una situación que no aporta nada.

La negativa total. Cuando la demanda del otro no beneficia en absoluto.

La negativa parcial

La negativa parcial consiste en destacar con mayor precisión los elementos de la demanda del otro que se pueden satisfacer y dar menos importancia a los elementos que no se quieren satisfacer.

La fórmula general es: "no tengo inconveniente en...., con la condición de...".

En lugar de negarme rotundamente a dejarle los apuntes a una amiga, busco la forma de dejárselos de modo que mi generosidad no me perjudique, ya que no quiero correr el riesgo de que los pierda, o de que no me los devuelva a tiempo. Así que le formulo la cuestión de la siguiente manera: "Estoy dispuesto a dejarte mis apuntes siempre y cuando hagas fotocopias ahora mismo y me los devuelvas en unos minutos. ¿Te parece bien?" La pelota está en su tejado.

La respuesta no parece una negativa, sino una aceptación. Es importante comenzar la frase siempre por la parte positiva.

La negativa parcial tiene como objetivo llegar a un acuerdo beneficioso para ambas partes.

La crítica constructiva

La usamos para que el otro interlocutor comprenda que una determinada situación se ha convertido en un problema par mí.

Lo primero que debe hacerse es intentar hacer comprender los motivos que han podido llevar a la otra parte a actuar de esa manera.

Seguidamente hay que describir el problema con precisión (día, hora, comportamiento), pero sin atacar a la persona.

A continuación se describen las consecuencias que ese comportamiento ha tenido para mi (cansancio, pérdida de tiempo, estrés...)

Y por último se formula una solución al conflicto que sea beneficiosa para los dos.

La fórmula es: "Entiendo que..., pero cuando tu (haces tal cosa), a mi me..., y creo que podríamos...

La negativa total

Se usa la negativa total cuando es imposible expresar una negativa parcial.

Se da la negativa total cuando no se puede o se quiere hacer un determinado favor. En estos casos hay que mostrarse comprensivo ante el problema que tiene nuestro interlocutor. Hay que explicarle, en primer lugar, que no puedes hacerle el favor bien porqué ya tienes otro compromiso o bien porqué lo que te está pidiendo va en contra de tus principios. Inmediatamente proponle una solución alternativa a su problema.

La fórmula es "Entiendo que necesites..., pero yo..., aunque quizás podrías...

Por ejemplo, un amigo te pide que le acompañes al aeropuerto justo cuando ya habías quedado con otra persona.

En este caso la fórmula sería "No tendría ningún problema en acompañarte si no tuviera ya un compromiso muy importante. Podrías llamar a otro amigo a ver si te puede acompañar o reservar un taxi cuanto antes".

Conviene decir la frase entera, sin pausas entre la negativa a acompañarle y la solución que tú propones.

Es importante evitar decir cosas que puedan ofender al interlocutor (“no te acompaño porque hueles mal”) ya que alargaríamos los momentos de presión y la situación solo haría a peor.

 

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